Un año 1

Un año

Hace un año volví del Premium Tasting Mendoza 2018 con la idea de escribir mi propio blog de vinos. Sentía que las redes sociales (con todas sus ventajas) no eran suficiente para contar todo lo que veía a mi alrededor: tantos viajes, tantos lugares increíbles, tantas bodegas visitadas, tantos vinos compartidos… (tantos vinos…)

¿Cuántas cosas pueden pasar en un año?

Muchas. Después que aquella primera nota cargada de buenas intenciones vinieron otras 150 entradas que recibieron en total unas 40.000 visitas.

Los viajes fueron una gran fuente de inspiración. Los #MrWinesTour a Mendoza y Cafayate, aquel recorrido inolvidable por Mendoza con mis amigos Raúl, el Polaco, Gabi y Lukasz y este último con los MofA (Raúl, Mati y Fran) por los Valles Calchaquíes trajeron consigo una serie de notas que de vez en cuando vuelvo a leer para revivirlos, porque para eso también tengo el blog…

Coprovi fue la excusa para la primera participación especial: Gabo Marinelli escribiendo sobre el evento principal. Y si hablamos de participaciones especiales, imposible no mencionar a Juan Mayou (Dios Toma Malbec) con su sección «Como Dios Manda«, donde escribe las mejores reseñas de vinos que alguna vez he leído. Y por supuesto a R_Corre (también conocido como «el seductor de parrillas») y su sección «Acercate al Infierno» con tips de asador y recomendaciones de vinos para maridar con mollejas y demás cortes parrilleros.

No fue la única referencia a esta noble achura que nos llevaría a hacer cosas impensadas tales como puntuar (?) las mollejas de enólogos y bodegueros. Así nació MofA en un viaje relámpago a Mendoza.

Varias notas tuvieron a la parrilla como partenaire y excusa. Como cuando logré reunir a Juan Mayou y Sergio Di Fazio en un encuentro vínico inolvidable. O cuando con mis amigos recibimos a Mark Kent, Embajador del Reino Unido, y le armamos un paseo por nuestro malbec.

También fue un acierto rescatar como sección a #TobaraWines, la iniciativa nacida en Instagram que de esta manera pasó a ser parte importante del blog.

De a poco el blog crecía en audiencia y ahí aparecieron Ana y Silvia de la agencia de comunicación Ana Paixao DM para acercar sus gacetillas de prensa. Esto me permitió alimentar la sección de Noticias con lanzamientos, eventos y demás información de interés para nuestros lectores.

Una mención especial a cuatro notas que disfruté muchísimo escribir: La historia de Máximo Lichtschein, uno de los creadores de Tordos, un humilde homenaje a Cortázar a partir de los vinos de Lucas Abihaggie, la entrevista a mi amigo Francisco Rivero Segura y la presentación en sociedad de Domaine Nico, la que más trabajo de investigación y elaboración me llevó.

Otra serie de notas que me dio muchas satisfacciones fue «Y Vamos las Bandas«, dedicada a darle visibilidad a esos grupos de consumidores que se reúnen alrededor del vino.

Si hablamos de reconocimientos que gratificaron mi alma, imposible no mencionar el del sitio español Blogdeldia.org y la inclusión en la Argentina Wine Bloggers, la comunidad más importante de blogueros independientes dedicados al mundo del vino. Formar parte de esta comunidad es, sin dudas, el cierre perfecto para este primer año.

Finalmente, como corresponde a todo círculo virtuoso, el año terminó en el mismo lugar donde había nacido: el Premium Tasting de Mendoza, un año después…

¿Qué aprendí?

Pienso que de cada experiencia, buena o mala, tenemos que rescatar aprendizajes y ésta no es la excepción. Al fin y al cabo, una de las principales razones por las que decidí crear este blog fue, justamente, para aprender.

Pero para aprender de vinos no alcanza con probar muchos vinos. Hay que investigar, leer lo que otros escribieron, tener curiosidad y, dentro de lo posible, vivir la experiencia de poner manos a la obra, tocar la uva, participar de una vendimia, recorrer viñedos, etc. Porque estudiando se aprende, si… pero haciendo se aprende mucho más.

Otro aprendizaje fue el de escribir. Porque por más que creas que sabés, al momento de enfrentarte a la hoja en blanco no te sale nada. Ahí es donde necesitás adoptar una rutina y un método. Pero lo más importante que aprendí es que la manera más fácil de escribir era siendo uno mismo, y que cuando lograba expresarme tal como soy, más satisfecho quedaba con mis notas y mejor le llegaba al lector.

También aprendí a valorar y respetar el trabajo de otros. No es que antes no lo hiciera, pero al vivir mi propia experiencia entendí muchas cosas que de afuera no se ven. El esfuerzo que hace un bloguero del vino para escribir de manera desinteresada, sin réditos económicos, ocupando tiempo libre y «por amor a la camiseta» es algo que, hasta que no sos parte, no lográs apreciarlo en toda su dimensión.

Por último, el vino me dio mucho pero mucho más de lo que yo le entregué. Es un hobbie «caro», si. Los vinos, viajes, pasajes, hoteles, entradas a ferias, degustaciones y demás cuestiones no te llegan de arriba. Tenés que invertir. Y digo invertir porque, justamente, más que un gasto es una inversión. Cada peso que invertís, vuelve de alguna manera. ¿Cómo? en momentos inolvidables, vinos compartidos, paisajes increíbles, nuevos amigos, noches interminables y risas que te hacen llorar de alegría. Todo eso libera endorfinas, afloja tensiones y te ayuda a caminar más liviano. En definitiva, si redunda en mayor felicidad, es dinero bien invertido.

¿Cómo sigue la historia?

Pasú un año y, como diría el gran Pepe Reginato, «sólo Dios sabe» cómo seguirá esta historia. Las ganas de seguir escribiendo están intactas y en mi cabeza vienen desarrollándose algunas ideas que ya les iré contando. Esto recién empieza…

Se que no será fácil sostener el entusiasmo inicial. Pero lo más difícil seguirá siendo encontrar tiempo para escribir. Hoy, prácticamente todo mi tiempo libre que antes dedicaba a mirar series o procastinar en internet pasó a ser ocupado por el blog. Pensándolo bien, es tiempo mejor invertido.

Por último, quiero agradecer a todos los que alguna vez entraron al blog y leyeron al menos una nota. Si bien como dije escribo para aprender, es muy gratificante saber que alguien te lee. La pequeña comunidad de Acercate al Vino va creciendo no sólo en suscriptores del blog, sino también en Instagram, Twitter y Facebook. Estoy muy feliz con el camino que elegí recorrer hace un año. No sé si logré acercar gente al vino, pero les aseguro que disfruté mucho intentándolo.

Muchas cosas pasaron en un año. Te propongo que sigamos descubriendo juntos nuevos caminos, porque eso también es parte del viaje. Y si es con vino, mucho mejor. ¡SALÚ!

Algunas fotos son propias y otras gentileza de @efefotos_

8 pensamientos en “Un año

  1. Grande Ale!! sinceras palabras, y buen reconocimiento al laburo que nos genera nuestra locura y amor por el vino.
    Tu laburo en estos 12 meses fue realmente impecable, digno de reconocer y de admirar, me saco el sombrero.
    Gracias por ponerle tanta garra, ya sos un motivador nato para el resto.

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