primera góndola de la izquierda

12 vinos de la primera góndola de la izquierda

En la nota anterior descubriste 12 vinos que te sacan de un apuro en el chino. Esta vez, continuando con las recomendaciones de #AWBDescorcha, te invito a dar el gran salto. Porque siempre es mucho mejor comprar #ElVinoEnVinoteca.


Todos deberíamos tener un vinotequero amigo. Las razones son muchas y me llevaría toda una nota detallarlas (Ah! Cierto que ya lo hice!), pero hay una que es la que nos importa en esta ocasión: todo vinotequero tiene una góndola amiga del bolsillo, donde están esos #TobaraWines que en tiempos de crisis te ayudan a mantener el ritmo sin que se vaya tu economía en el intento.

En honor a mi vinotequero amigo, esta nota habla de «La primera góndola de la izquierda». Ahí voy cuando quiero descubrir nuevas etiquetas a precios accesibles. De esta manera, puedo comprar vinos que no conozco sin arriesgar tanto.

Allí también están esos vinos que vienen bárbaro para cuando te cansaste de tomar siempre lo mismo del súper o del chino y querés comenzar a recorrer el maravilloso universo de la diversidad vínica. Porque en esa góndola hay de todo: amplia variedad de cepas, distintas zonas, vinos de autor, bodegas chicas y de las otras, búsquedas personales, rarezas, estilos clásicos e innovadores, etc. Y todo al alcance de la mano, tan sólo estirando un poquito (no mucho) el presupuesto que venías aplicando en tu oriental del barrio.

La oferta de etiquetas sorprende al consumidor acostumbrado a vinos masivos. Elegir una botella tal vez parezca, a priori, más complejo que hacerlo en un supermercado. Pero a no desesperarse: tu vinotequero amigo seguramente te guiará en tu primera selección.

La góndola de los #TobaraWines

A modo de orientación y ejemplo, a continuación te cuento de algunas opciones que podés encontrar en la primera góndola de la izquierda de tu vinotequero amigo:

Clásicos old fashioned

Los vinos más parecidos a los que podés encontrar en el súper o el chino pero con una vueltita de tuerca que los hace más interesantes son el escalón ideal para empezar nuestro recorrido.

Si tengo que recomendarte un blanco en este estilo, me inclino por el Avatar Chardonnay ($ 380), de la bodega Casir Dos Santos. De buen peso en boca y nariz floral, es un chardo de perfil clásico y a la vez fresco y bebible.

Entre los tintos tenés el Chikiyam Tannat ($ 325), de Genaro Cacace. Un vino con carácter, expresión herbal y buena estructura, ideal para descubrir esta cepa.

También está el reciente ganador de La Copa Federal, el Alpataco Merlot ($ 420), una muy interesante propuesta de Familia Schroeder que atrae tanto a los amantes del Merlot como a los que gustan de los vinos con buen cuerpo.

Alta Chupabilidad

Se viene el verano y los vinos en los que predominan la fruta y la frescura se convierten en una gran opción. Generalmente son vinos muy bebibles y con una acidez que se siente en toda la boca.

Aquí podemos encontrar muchos de los blancos pileteros (o palanganeros) como el LUI Wind Blend ($ 380). Es amable, cítrico, equilibrado y con una hermosa acidez. Elaborado a partir de un corte de Torrontés de Cafayate y Sauvignon Blanc de Valle de Uco perfectamente amalgamados por el Japo Vegetti, uno de los enólogos más premiados en los últimos años.

Y si de pileteros se trata, no puede faltar una de las revelaciones de este año: el Ladran Sancho ($ 360), un espumante dulce natural de Torrontés de los Valles Calchaquíes elaborado por Maxi Lichtschein que es sumamente fresco y peligrosamente bebible.

Si preferís los tintos amables, sin tanta carga tánica (léase «que no raspen») y con predominancia de la fruta, podés incluir en tu compra el Cara Sucia ($ 380) de Durigutti, elaborado con uva Cereza de la zona de Rivadavia en el este mendocino.

Otro en ese estilo es el Tintillo ($345) de Santa Julia, un blend de Bonarda y Malbec muy jugoso, fluido y con una textura muy particular que se disfruta mucho más si se bebe refrescado.

Un párrafo aparte para el Pajarito Amichu Edición Uccellino ($ 360), de Sergio Casé. Sin dudas uno de los tintos con mejor relación precio-calidad del mercado. Elaborado con Barbera D’Asti, es pura fruta, textura y alta chupabilidad. Un verdadero tinto de sed.

La amplia avenida del medio

A estos vinos les llamo mi zona de confort. No son ni muy pesados ni muy livianos, ni muy dulzones ni muy secos. Tiene una acidez media, suficiente para darles fluidez sin por eso ser «ligeritos» de cuerpo y, si bien en algunos casos tienen paso por madera, esta ocupa un segundo plano por detrás de la fruta, sólo para darle mayor redondez.

Comenzando por los blancos tenés al Tordos ($ 350), un blend calchaquí pergeñado por Paco Puga y amigos con Viognier y Sauvignon Blanc que atrae por su paleta aromática (aportada por el Sauvignon Blanc) y su boca frutada y fresca (típico del Viognier).

El Carmela Benegas ($ 400) es un rosado de Cabernet Franc de Bodega Benegas que cumple muy bien con esta consigna. Es muy versátil, ya que se adapta a todos los paladares y puede tanto acompañar una comida como refrescar una tarde de calor.

Dentro de los tintos, es todo un hallazgo el Pura Suerte ($ 390). Elaborado por Leandro Río, Andrés Benites y Gabriel Portera con tres cepas de tres zonas distintas (Petit Verdot de Barrancas, Malbec de Agrelo y Cabernet Sauvignon de Ugarteche), a pesar de no tener paso por madera tiene un buen volumen en boca gracias al aporte de las zonas de donde provienen las uvas.

Por último, otro destacado de la góndola #TobaraWines que suma adeptos por todos lados es el Que Sea Sangre Cabernet Franc ($ 390), de Horacio Graffigna. Tiene las notas típicas del varietal, con el morrón y la pimienta presentes y un breve paso por barrica le aporta una redondez y un equilibrio muy apreciado por los fans de la Amplia Avenida del Medio.

Y mucho más…

Salir de los vinos masivos y uniformes para entrar en el mundo de la diversidad parece ser un gran salto, pero en realidad es como subir un escalón. Arriba te esperan nuevos aprendizajes y un sinfín de satisfacciones. Porque si hablamos de vinos, pocas cosas se comparan con el descubrir nuevos estilos, aprender a detectar nuevos sabores y poder discernir entre lo que nos gusta y lo que no. Es que si en el resto de los órdenes de la vida no te da todo lo mismo… ¿por qué debería darte lo mismo cualquier vino?

Animate a recorrer un nuevo camino: ese que comienza en la góndola de precios amigos del bolsillo. Y si es con un vinotequero amigo de copiloto, mucho mejor.

Muchas gracias Vinoteca Mr Wines por la colaboración en la producción de esta nota.

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