Porteña de cuna y alma, casada desde hace muchos años con el amor de su vida y madre de un adolescente, Marcela Rienzo es la cara visible del vino en la televisión abierta. Desde el programa «Cocineros Argentinos» (TV Pública), comunica nuestra bebida nacional con un lenguaje simple y claro que llega a millones de hogares argentinos. Además, publicó el libro «Chin Chin, el vino es fácil» y es la primera mujer electa como Presidenta de la Asociación Argentina de Sommeliers.
¿Marce, cuál es tu primer recuerdo con el vino?
Tiene que ver con mi infancia más tierna. Yo soy de una generación en la que se tomaba vino diariamente en las casas, mi familia era de clase media y mi papá tenía una fábrica de soda. Así que mi primer recuerdo con el vino tiene que ver con ese vino con soda, esa agüita rosadita con espuma que se tomaba en casa.
¿Por qué elegiste ser sommelier?
Cuando conocí esta profesión, me di cuenta que tenía todas las cosas que más me gustaba hacer, como comunicar, hablar, socializar. Además, siempre me atrajo la gastronomía y esto también tiene que ver con comer, probar, conocer, degustar, es decir, todas sensaciones que pasan por el cuerpo. Pienso que los que trabajamos de esto tenemos la profesión más perfecta del mundo.
¿Qué representa hoy el sommelier en la industria del vino?
La sommelierie es un eslabón muy importante porque es el más cercano al consumidor final. Si bien en Argentina no hay tantos sommeliers en restaurantes, hoy la sommelierie está en crecimiento. Cada vez hay más egresados de las escuelas de sommeliers y los empresarios gastronómicos van entendiendo la unidad de negocios que significa el vino vendido a través de un sommelier.
¿Cómo ves la comunicación del vino en Argentina y cuál es el rol del sommelier en este punto?
En general, creo que la comunicación del vino en Argentina tiene un gran camino por recorrer y el sommelier puede ser parte importante de esta comunicación, no sólo de manera directa con el consumidor, sino también asesorando a las bodegas. Hay muchas cosas para contar sobre el vino que no tienen que ver de manera directa con el vino en sí, sino con su historia y todo lo que lo rodea. El rol del sommelier tiene que ver con humanizar y con contar historias. Si bien ya tiene un lugar ganado en el segmento de alta gama, creo que hay una gran oportunidad para los sommeliers en la comunicación de los vinos masivos. Es un lindo momento para ser sommelier.
¿De qué manera pensás que el sommelier puede acercar gente al vino?
El sommelier tiene muchas oportunidades y aspectos vinculados a su profesión para explorar. Esto de acercar al vino a la gente creo que tiene que venir de la mano de la humanización del lenguaje, comunicando de manera transparente, poniéndole su impronta, trascendiendo al vino de manera más humana. Es una profesión en la indefectiblemente se involucran los sentidos, y cuando el sommelier le pone más corazón que cabeza es cuando empieza a conquistar más paladares.
Para quienes no están muy en tema, ¿qué es la AAS y cuál es su función?
La AAS es la asociación que agrupa a los sommeliers profesionales de todo el país. Es una organización sin fines de lucro que busca acompañar la profesionalización de la sommelierie. Nuestro norte es la capacitación y la excelencia y por eso trabajamos para que los sommeliers de todo el país accedan a más y mejores fuentes de conocimiento. No somos un club de beneficios, no vendemos nada ni somos una organización educativa. Trabajamos por el crecimiento y el desarrollo de nuestra profesión y nuestros asociados llegan a la AAS buscando formar parte de una gran comunidad.
Fuiste parte de la comisión anterior, ¿qué logros destacás de su función?
LA AAS tuvo un antes y un después a partir de la gestión de Matías y Valeria (N. de la R.: Matía Prezioso y Valeria Mortara, anteriores presidente y vice respectivamente). En los dos periodos que estuvieron a cargo de la AAS pudieron plasmar cosas que parecían imposibles desde el punto de vista del día a día de la sommelierie, a partir del trabajo en equipo, de escuchar y dejar hacer, con esta impronta de Nuevo Mundo que tanto tiene para aportar a nivel mundial. Por eso es tan importante el trabajo que están haciendo Paz Levinson en Francia y Valeria Gamper en España.
Fueron muchos los logros, pero te diría que el más importante fue escuchar al sommelier, ver lo que quería y no ir para otro lado. El sommelier del interior siempre se quejó de que pasan pocas cosas en el interior y por eso se organizaron un montón de actividades en el interior. El sommelier que vive en una zona que no tiene una escuela avalada decía que no tenía posibilidades de ser socio titular y entonces se creó el Examen AAS.
También se hicieron Masterclass en medio de una pandemia con excelentes oradores, impensados en otros tiempos, para que el sommelier tuviera una capacitación constante. Sabemos de la importancia del idioma en nuestra profesión y es por eso que se crearon los talleres de inglés y francés gratuitos para nuestros socios. Pero sobre todo, haber puesto al sommelier argentino en un lugar de respeto y valoración profesional tanto para la industria nacional como para colegas del mundo entero.
¿Cuál va a ser el foco de tu gestión?
Nuestra intención fundamentalmente es profundizar con trabajo todo lo bueno que se viene haciendo y buscaremos fortalecer los vínculos con la industria, que tanto nos apoyó en los últimos años y esperamos que sigan haciéndolo. También queremos incorporar algunas herramientas tecnológicas y, aprovechando la virtualidad, queremos sumar a nuestras masterclass oradores de distintas partes del mundo. Todo esto en un contexto de crisis que afecta a todos y de la que la AAS como institución no es ajena.
Elegiste como compañera de fórmula a Natalia Valentina Suárez y juntas serán la primera dupla de mujeres que conducirá la AAS. ¿Qué mensaje busca transmitir esto?
Las mujeres siempre fuimos mayoría, generando y ocupando un rol preponderante en la sommelierie argentina. Desde la fundación de escuelas, los concursos de Mejor Sommelier, la participación en docencia, en investigación, etc. Que seamos mujeres las que tengamos la responsabilidad de conducir la AAS en este periodo también es una consecuencia lógica del resto de las disciplinas que lideran las mujeres sommeliers.
Con Nati nos conocíamos desde hace bastante tiempo pero profundizamos el vínculo desde que ambas nos sumamos a la comisión anterior en octubre de 2019. Me siento honrada que de haya aceptado acompañarme en este desafío, es una referente de la sommelierie argentina a la que admiro. Es muy transparente, sincera y consecuente con lo que siente y piensa, valores que me resultan muy positivos para integrar un equipo de trabajo. Además, en algunos puntos tiene ideas muy distintas a las mías y eso me parece muy enriquecedor. Estoy segura que entre las dos vamos a poder reflexionar largo y tendido cuando no estemos de acuerdo.
Otra característica de esta comisión es que tiene una impronta federal, con tres mendocinos ocupando distintos cargos. ¿Qué se busca con esto?
La pandemia nos enseñó que podíamos trabajar bien virtualmente sin importar las distancias. Adicionalmente, al organizar el último concurso Mejor Sommelier en Mendoza nos dio la posibilidad de interactuar con profesionales muy valiosos y con muchas ganas de trabajar por la sommelierie argentina. De esta manera pudimos sumar gente con la que compartimos una visión.
Rodrigo Kohn es un reconocido profesional que conocía de su trabajo en la Premium Tasting, con buenos valores y habilidades que van a aportar mucho, a Eugenia Loria tiene un enorme carisma y capacidad de convocatoria en Mendoza y Andrés Lafarge es un joven sommelier mendocino con mucha llegada localmente. Los tres tienen mucho para aportar.
Creo que es un gran inicio para comenzar a federalizar y por supuesto que nos encantaría sumar gente de otros lugares del país. Si bien por una cuestión organizativa y productiva la industria prefiere centralizar sus actividades en CABA, intentaremos federalizar nuestra gestión todo lo que se pueda. Hay mucho por hacer y eso está buenísimo.
Hoy la sommelierie argentina cuenta con un gran prestigio internacional. ¿Cómo piensan contribuir para sostener e incrementar este prestigio?
Para afianzar el prestigio logrado es importante apoyar en la preparación y entrenamiento a los candidatos en los distintos concursos que se presenten. En este contexto de crisis eterna es muy difícil pero no imposible. Tenemos un excelente vínculo con WofA (Wines of Argentina), así que a trabajaremos en este sentido con ellos y con otras instituciones internacionales. También trayendo oradores internacionales a nuestro ciclo de masterclass, organizando catas de vinos internacionales siempre que se pueda, etc. Básicamente, trabajando. El prestigio que hoy tenemos a nivel internacional se logró a base de trabajo y compromiso y continuaremos haciéndolo de esa manera.
Finalmente, ¿cómo te gustaría que fuera recordada tu gestión?
No se trata de mi gestión, sino de la gestión de todo un equipo de trabajo que está comprometido con la sommellerie argentina. Me gustaría que se hable de nosotros como gente que trabajó, que se esforzó, que intentó, que le puso garra y corazón para ennaltecer aún más esta hermosa profesión. Ojalá podamos continuar con el camino anterior y que podamos crecer, pero sobre todo que nos recuerden como una Asociación que siempre está creciendo y como una comisión directiva que trabajó para eso.
PING PONG
- Vacaciones en: Una ciudad grande y con muchos y buenos restaurantes
- Maestro/Mentor en el vino: uh difícil, porque son varios. Aprendí mucho por ejemplo de la Checa, aunque más que una mentora fue una amiga. Elisabeth fue una mujer muy generosa, te enseñaba desde la igualdad.
- Cuál es el primer vino del que tengas recuerdos: no tiene marca, tiene sabor a infancia y vino con soda.
- Un libro: «Misteriosa Buenos Aires» de Manuel Mujica Lainez.
- Una película: muchas, varias italianas, varias de Spike Lee.
- Un vino para acompañar esa película: difícil, pienso en muchos para distintos momentos.
- Una comida: las pastas con miles de salsa y verduras.
- Un vino para acompañarla: depende la salsa o el relleno, jajaja! Por ejemplo, unos fideos caseros puro huevo con estofado de pollo van perfecto con una criolla fresquita.
- Decanter, sí o no: Trasvasar ponele, decantar prefiero no.
- Zona productora de vinos que conociste y te encantó: Amo Jerez y amé conocerla. Porto también me voló la cabeza.
- Zona productora que te gustaría conocer: California, aún no pude ir.
- Dos características que te definen: Ay que difícil! Soy muy trabajadora y un poco gritona, pero buena gente jajaja