Una primavera fresca, un verano caliente y un otoño fresco y seco. «Tanto para los blancos como para los tintos, la 2019 fue una cosecha excepcional», afirma Roberto de la Mota. Y si lo dice él, que de esto sabe y mucho, seguramente es así.
Así empezó la charla con Roberto de la Mota, creador y co-propietario de Mendel Wines y Vinos Revancha y uno de los principales referentes de nuestra vitivinicultura. La excusa era la presentación de las nuevas añadas de sus vinos Mendel, Unus, Finca Remota y Revancha (que será el tema de la próxima nota), pero El Maestro aprovechó la oportunidad para contar lo que fue para él esta cosecha. Entusiasmado, habló de las bondades de la añada 2019 que había finalizado hacía unos pocos días atrás.
¿Cuáles fueron las singularidades de esta cosecha?
La primavera fue un poco complicada porque arrancó fresca, con riesgos de helada que por suerte en la mayoría de los lugares no se produjeron y esto permitió una buena brotación, pero al ser tan fresca retrasó unos 10 días la floración. Luego tuvimos un enero caliente y pensamos que de esta manera se acortaba esa diferencia y el año sería más regular pero no fue así y ese atraso de 10 días se mantuvo. El otoño fue soñado porque fue fresco, con máximas de 22º y mínimas de 9º, y seco. Fresco y seco es lo mejor que nos puede pasar.
¿Y por qué es tan importante que el otoño sea fresco y seco?
Esto nos permitió cosechar tranquilos, sin apuro, con alcoholes bajos, el follaje se mantuvo perfecto, en fin, todas condiciones que contribuyen a elegir en cada una de nuestras fincas el punto ideal y oportuno de cosecha de cada varietal. Tal es así que en algunos viñedos de Valle de Uco como el que tenemos en Altamira cosechamos antes que en Luján de Cuyo, algo impensado en otros años.

Teniendo en cuenta estos factores, ¿qué podemos esperar de los blancos cosecha 2019?
Los blancos salieron frescos pero con más complejidad y más intensidad aromática que otros años. En nuestro caso, estamos híper contentos tanto con el Semillón como con el Chenin. Salieron muy pero muy buenos y todo gracias a las particularidades del año.
¿Y en cuanto a los tintos?
En los tintos 2019 tenemos mucho color, mucha intensidad de fruta fresca, mucho tanino y no tanta carnosidad, por eso trabajamos con maceraciones cuidadosas para no excedernos en la extracción, lo que nos hubiera dado vinos más duros. Y digo cosecha extendida porque, por ejemplo, al Petit Verdot lo cosechamos el 13 de mayo. Y estaba perfecto, con una maduración justa y sin tanto alcohol.
Un clima que acompañó, un otoño soñado, una cosecha extendida, mucha sanidad, una gran calidad y buenos volúmenes de producción. Todos factores indispensables para tener una cosecha excepcional.
En estos tiempos difíciles con caídas del consumo y después de varios años entre regulares y malos, bien vale levantar la copa y celebrar por una cosecha excepcional. Sólo resta esperar a que estos vinos 2019 vean la luz para poder disfrutarlos. Paciencia. Mientras tanto, podemos ir poniendo en el chanchito unos pesos para que, cuando llegue ese momento, no tengamos que salir a hipotecar la casa para comprarlos.
Soplan vientos de tiempos mejores para el vino argentino. Ojalá sepamos aprovecharlos. SALÚ.