Qué bichos raros los humanos. Somos mamíferos, nos comportamos como un virus o parásito y nos auto proclamamos seres espirituales superiores. Pero no somos más que simples animales con la única gran virtud y bendición de que tenemos vino.
Somos jodidos y competitivos al mango intentando destacarnos y ser los mejores. Pero qué difícil es todo cuando el entorno es de una calidad y nivel superlativo.
Eso es a lo que, para mi humilde visión, ha logrado nuestra amada bebida nacional. Un altísimo nivel que aún está lejos de su techo pero que lleva a la competencia por los laureles en una feroz y maravillosa maratón de placeres y excesos. Esto nos llevará a los consumidores al Nirvana o a terminar pidiendo plata en la calle por patinarnos la vida con Baco.
Cheval des Andes es el pecado. Es la víbora enroscada en el árbol que te ofrece la copa de vino y vos la aceptás con todo el placer del mundo porque si no lo hicieras serías literalmente un imbécil.
Lo que nos da en nariz ya es inmoral, esa fruta roja y fresca que te susurra eróticamente “éntrale hasta el fondo”.
En boca es. Solo y maravillosamente eso: Es. En el descriptor franela de boliche con poca luz sin saber quién o qué te está comiendo la boca, este tinto es terciopelo puro cual capa de Freddie Mercury jugando a ser la reina. Los frutos rojos son un gol en el último minuto del clásico coronándote campeón y mandando a tu rival a la otra división. Los hinchas de independiente saben de lo que hablo.
Su frescura corpulenta y elegante es el bombardeo de Apocalipsis Now sobre la selva mientras los helicópteros arremolinan el humo y The End de The Doors suena de fondo.
Ajeno a todo esto, es un vino que está buenísimo y, si bien es caro para la cartera de la dama o la billetera del caballero, vale hasta el último centavo que se paga por él. Tengamos en cuenta que por un vino de similar calidad, en el primer mundo se paga el mismo numero con otro signo delante ($ vs €) o casi.
Cheval des Andes 2015 es un Grand Cru nacional. Con estilo Francés pero con toda la impronta Argentina (en Francia seguro no se logra esto porque somos los mejores, sépanlo). Es de esos vinos que se destacan entre los grandes.
Cheval Des Andes 2015
- Bodega: Cheval des Andes (Chateau Cheval Blanc + terrazas de los Andes).
- Corte: 69% Malbec – 31% Cabernet Sauvignon.
- Viñedo: Las Compuertas, Lujan de Cuyo, Mendoza.
- Características de la añada 2015: Las altas temperaturas que se registraron desde el invierno hasta el verano presagiaron sobremadurez, pero al año “lo salvó la lluvia” de febrero que trajo buena frescura y una madurez ideal. En general, la añada 2015 es muy elegante, discreta y sutil, con un estilo de Burdeos más marcado que sus predecesoras.
- Cosecha: tomó 15 días: la última semana de marzo para el Malbec y la primera semana de abril para el Cabernet Sauvignon.
- Crianza: Desde el punto de vista vitivinícola, el 2015 marca un cambio en las barricas utilizadas. El equipo aumentó considerablemente la proporción de toneles (tonneaux) de 400 y 500 litros para conservar más la frescura de la fruta.
- Responsable enológico: Gérald Gabillet
Tomar vino es una bendición, la puerta a una vida mejor y una eternidad de placer. Lo más complicado suele ser encontrar a la persona que valga la pena compartirlo. Así que mientras buscan, tomen vino. Si ya la encontraron, tomen vino. Y si se fue, tomen vino buscando a la próxima.