La Cueva de Musu es una fuente inagotable de #ManijasDelVino. Como en el cuento de la gallina y el huevo, no se sabe qué fue primero: si la cueva es tan mística por los especímenes humanos que allí se congregan, o si éstos eligen juntarse allí por todo lo que ese mágico lugar de Caballito genera.
Lo cierto es que, sea cual fuere la razón, es un lugar en el que pasan cosas. La gente se va conociendo, los viajes ayudan a generar amistades y cuando quisiste acordar estás formando parte de una Banda del Vino. Algo así es la historia de Los Batichupados del Vino.
Conozcamos a Los Batichupados del Vino
Esta singular banda comenzó a gestarse en el #MrWinesTour Salta 2018. Si bien la mayoría ya se conocía de antes por las reiteradas peregrinaciones a La Cueva de Musu, en aquellas inolvidables jornadas cafayateñas surgió la idea de empezar a juntarse para continuar con aquellas experiencias que tuvieron con los vinos del NOA.

Hasta aquí todo bien, pero… ¿y qué tendrá que ver el nombre con todo esto? La denominación se debe a que en la primera juntada post viaje, apareció la máscara de Batman de 1966 que terminó dando origen al nombre del grupo«, nos cuenta Luciano Margalló, integrante de Los Batichupados del Vino y su vocero en esta nota.
Si bien cada uno por su parte estaba bastante fanatizado con el vino, nuestra querida bebida nacional terminó siendo la piedra fundacional de este grupo dada la vivencia del viaje a Cafayate del año pasado.
Los Batichupados son seis: @gmarinelli, @leemicael, @guillerochelle, @JavierMorelli07, @brianatkinson_ y @luchin34. «Más allá de la formación original, venimos hablando de incorporar algún miembro más al elenco estable si cumple con dos requisitos básicos: desvivirse por los vinos del NOA y padecer ataques de ansiedad ante la presencia de una botella de Mugrón a punto de ser descorchada», agrega Luciano para dejar en claro las preferencias de la banda.
Todos mantienen una activa participación enófila en redes sociales, y realizan la difusión de lo que pasa en las juntadas con sus cuentas personales utilizando el hashtag #Batichupados.

Las juntadas
Comparten un grupo de Whatsapp que es el medio a través del cual están comunicados todo el día. Una vez por mes, la actividad del grupo crece: es el momento de juntarse. Comienzan a tirar posibles fechas y, una vez definida la misma, acuerdan el lugar del encuentro, que puede ser en la casa de alguno de ellos o algún bodegón que les permita realizar descorche.
A la hora de los vinos, todos aportan ideas sobre qué se va a tomar. Si bien predominan los exponentes del NOA, cuentan que han aparecido algunos ejemplares de vinos de afuera que sorprendieron a más de uno en la mesa. Eso sí, son de beber fuerte: el promedio oscila entre una botella y media y hasta dos per cápita.
Si bien se definen como «un grupo serio» (?) predomina siempre el buen humor y el exceso de risa. Es que la seriedad la reservan para el momento del vino. El respeto por nuestra bebida nacional es algo que distingue a Los Batichupados.
Es una obviedad decir que el grupo está muy identificado con el NOA. Nacieron recorriendo el Valle Calchaquí. Dentro las cepas hay un amplio favoritismo para el Merlot de Cafayate. El vino que por excelencia arrasa en las encuestas de la mesa es el Mugrón Black.

Hablemos de vinos
Y ya que mencionamos al Mugrón Black, podemos decir que junto al Mugrón Blend son los vinos íconos de este grupo. En este momento es cuando Luciano se emociona y cuenta: «Mugrón es un proyecto #DPM (n. de la r. de puta madre) de 4 enólogos de clase mundial. Cuando probás el Blend quedás algo desacomodado por la potencia y frescura del vino, y pensás si habrá algo que lo pueda superar… Es ahí cuando descubrís que existe el Black, momento en el cual dejás de hacerte preguntas sin sentido y te entregás al vino». La pucha, después de esta descripción, los muchachos del NOA deben estar inflados de orgullo!
Otros vinos que emocionan a todos el grupo son las Microvinificaciones de Tordos. «Si bien todos “Los Tordos” están uno mejor que el otro, sin distinción entre blancos, tintos o espumantes (aunque el blanc de blancas se lleva algún porotito extra), están las microvinificaciones que, claramente, son un capítulo aparte. El Petit Verdot, que ya no se hace (esperemos que algún día vuelva) y que, literalmente te vuela la peluca, es un vino para emocionarse, picante, especiado, largo, de esos vinos únicos y dificilmente puedan llegar a olvidarse. El Cabernet Franc, que sorprende por su volumen y frescura, añada tras añada nos va mostrando cómo esta cepa es capaz de brindar un vino superior.», se explaya Luciano.
Y ya que había entrado en calor, le pedí que nos recomiende un vino más. ¿Y a que no saben qué eligió? Si, otro vinazo del NOA (nadie lo vio venir, no?). En esta ocasión, Luciano nos recomienda cualquiera de los vinos de la elaborados por el Rafa Domingo bajo la etiqueta Yeta. «Es una línea de vinos que nos sorprendió desde el inicio, no sólo por el nombre y la anécdota del Rafa detrás de la etiqueta, sino porque nos trajo un Merlot para enamorarnos para toda la vida. En este apartado, mención especial al Cesanese que debutó el año pasado con todas las estrellas y que tiene, a mi gusto, un gran futuro.»



¿Qué le recomendarían a alguien que esta acercándose al vino?
Que no pierda la oportunidad de acercarse cada vez más y más al vino, ya que descubrirá que detrás de cada etiqueta hay historias que apasionan y que lo llevarán a disfrutarlo de una manera única. Pero, por sobre todas las cosas, que el vino le dará la posibilidad de conocer a muchas personas que tienen su misma pasión y podrá disfrutar junto a ellas de este hermoso placer.
Luciano Margalló, de los Batichupados del Vino.
Pasión por el vino, culto a la amistad y esa ganas inagotables de juntarse alrededor de una mesa para compartir momentos inolvidables. Esos parecen ser los principios innegociables de los Batichupados del Vino. Si coincidís con ellos, no sé qué estás esperando para armar tu banda. Ciudad Gótica te espera y los Batichupados no pueden ellos solos con tanto vino. SALÚ.