Te propongo celebrar el #MalbecWorldDay con un viaje de 2.000 kms recorriendo viñedos y bodegas para preguntarle a 24 productores de todo el país qué representa el Malbec en sus vidas.
Desde el Norte traigo en el alma
El viaje comienza en el viñedo más alto de América, ubicado a más de 3300 msnm en la Quebrada de Humahuaca. Allí nos recibe Claudio Zucchino, propietario de Uraqui Wines.
El malbec nos representa a nosotros, los criollos de América. Es ese europeo que vino y se quedó para hacer lo que había que hacer. En nuestro viñedo de extrema altura presenta una alta concentración de aromas y sabores que representan de manera increíble lo que es nuestro terroir. La adaptación del malbec a estas condiciones ha sido fantástica. El malbec es un criollo más.
«Recomiendo el Colomé Auténtico, un regio malbec de extrema altura».
Bajamos a los Valle Calchaquíes y en Cachi nos encontramos con Daniel Hefner, enólogo de Miraluna.
El primer vino que hice fue malbec, es como nuestro primer gran amor. En el Valle Calchaquí es tremenda la diversidad que se da. Desde los malbec de Hualfin con notas a frutos rojos y algo de notas florales y muy buena estructura; Cafayate, donde tenemos varios tipos que van desde frutales, pasando por el floral y algo especiados; Angastaco y su Malbec con fruta roja, y algo de especies como el pimentón; y en Cachi con esos malbec de colores negros y aromas netamente florales como la violeta.
«Los malbecs del Valle Calchaquí son todos excelentes en sus estilos particulares. Por citar uno, el de Domingo Molina es una bomba».
Siguiendo el río Calchaquí llegamos a Molinos y subiendo la cuesta llegamos a Tacuil, donde nos espera su enólogo Álvaro Dávalos.
El malbec es una variedad muy elástica. Se pueden elaborar grandes vinos complejos y elegantes y también otros de un nivel más masivo. Es una variedad muy honesta con su origen y creo que eso es lo que la vuelve tan especial.
«Me gustan muchos malbecs. Uno con identidad y elegancia a la vez es El Viticultor 2018, de Daniel Guillen«.
Arenosa, arenosita
En Cafayate, una de las ciudades vitivinícolas más emblemáticas del Norte, visitamos al Rafa Domingo, titular de la bodega Domingo Molina.
Para mí, el malbec representa la oportunidad año a año de aprender y descubrir nuevos caminos porque nos da la posibilidad de encontrar diferentes y hermosos estilos con cada trabajo diferente que se haga en la elaboración desde el viñedo a la bodega.
«Hay muchos malbecs muy ricos, pero puesto a elegir, recomiendo el Cola de Zorro de Álvaro Dávalos«.
Siguiendo por la ruta 40 en nuestro viaje descendente pasamos por Tolombón, y en Estancia Los Cardones encontramos a «la Tana» Diana Bellincioni.
Sin duda, el malbec es una de mis cepas preferidas al momento de elaborar vinos. No solo por sus cualidades enologías sino sobre todo por su plasticidad. Desde los viñedos de Huichaira en la Quebrada de Humahuaca, pasando por los Valles Calchaquíes hasta diferentes terruños mendocinos, el malbec logra expresarse de maneras muy diversas sin perder jamás su identidad varietal.
«Recomiendo el Vinyes Ocults Gran Malbec que elabora Tomas Stahringer.»
No podíamos pasar por Colalao del Valle en Tucumán sin charlar con el Rolo Díaz, propietario y viticultor de Altos La Ciénaga.
El malbec es la cepa europea que mejor se adaptó a nuestro país. Se expresa de distintas maneras según el terruño y se aprecia mucho más en los vinos de altura como en nuestro caso que estamos a más de 2300 msnm, porque se potencian mucho más las características aromáticas, de gusto y estructura.
«Estoy en la onda de vinos sin madera y uno de mis preferidos es el Cola de Zorro de Álvaro Dávalos. Ojalá que este Día del Malbec nos encuentre a todos unidos. Vos quedate en casa que yo te llevo el malbec.»
De Talampaya a La Luna
La Rioja es otra de las provincias productoras de malbec. En la bodega Chañarmuyo hablamos con Matías Prieto, su enólogo.
Malbec es la oportunidad de enamorarte del vino. Es la puerta de entrada para el más inexperto y el que más sorprende al experto. No debemos olvidarnos que es el mejor DT a la hora de ordenar los jugadores dentro de los mejores Blend del Pais. Malbec, como Argentina, es único.
«Mi Malbec de cabecera es el Oid Mortal de Pablo Marino. Un Malbec que parece simple pero cuando lo empiezas a descubrir no termina más… Es una sorpresa tras otra, fiel a su Creador!«
Nos metemos en San Juan y pasamos por el Valle de Calingasta para hablar con el Vasco Andrés Biscaisaque, enólogo de Los Dragones.
El malbec es ideal para descubrir y entender los terroirs de Argentina. Su capacidad de adaptarse y de adquirir características particulares en cada lugar manteniendo su esencia otorga excelentes vinos aún con formas de elaboración y momentos de cosecha muy distintos. Esa expresión tan diversa nos permite conocernos mejor y darnos a conocer al mundo.
«Recomiendo fervientemente Y la Nave Va, de Gabriel Dvoskin.»
Vecino al Vasco está Pancho Bugallo, responsable de uno de los proyectos más interesantes del Valle: Cara Sur.
El Malbec representa una nueva oportunidad para el Valle de Calingasta, la esperanza de una comunidad de montaña que necesita oportunidades de desarrollo. La primera planta que planté y podé fue de Malbec y el primer vino que elaboré fue un Malbec de Tupungato. En nuestro país el Malbec es el corazón de la viticultura contemporánea.
«Un vino (qué digo vino, un VINAZO) para recomendar es el Seminare 2016 de Andrea Mufatto y Gerardo Michelini«.
Un canto que baja la acequia
Llegamos a Mendoza para preguntarle a un productor que conoce muy bien al malbec por elaborarlo a lo largo de todo el país: el Colo Sejanovich. Lo encontramos en Uspallata, de donde proviene su malbec Estancia Uspallata.
Sin lugar a dudas, el malbec es la expresión del terruño argentino. Le gusta mucho nuestro sol, nuestro suelo y nuestro riego. Desde lo personal, fue mi primer desafío. Lo investigué mucho, hice microvinificaciones y plantaciones en distintos lugares de Argentina. Me permitió desarrollarme profesionalmente y por eso ocupa un lugar muy importante en mi vida.
Pero lo más importante: es un vino que me encanta tomar. Nunca me aburro de tomar malbec porque además, es una variedad que va muy bien con nuestras comidas típicas. Cuando comés un asado, unas empanadas, un locro, querés tomar malbec. Y eso también es expresión de terruño. El malbec está en nuestro ADN. Es parte de nuestra sangre.
«Si tengo que recomendar un malbec, voy con el Giramundo que elabora Felipe Stahlschmidt.»
El Norte y Este mendocino conforman la zona más productiva del país. En Lavalle, hablamos con Mariana Onofri, productora local y socia de Onofri Wines.
Malbec es sin duda una bendición que tenemos en la Argentina. Aunque su origen sea Francés, ¡eligió a la Argentina! Se siente cómoda a lo largo de casi todo el país custodiada por la cordillera de los Andes. Esta adaptación es sinónimo de versatilidad y calidad. Desde vinos frutados, livianos, jóvenes y fáciles de beber hasta vinos de gran carácter, cuerpo, complejidad y potencial de guarda. Es nuestra carta de presentación en el mundo y me siento orgullosa de que así sea.
«Recomiendo uno de una zona muy particular que demuestra esa gran adaptación y versatilidad: El Estancia Uspallata«.
En Guaymallen está una de las bodeguitas garage más chicas y premiadas de Argentina: Moor Barrio Wines. Allí charlamos con su enóloga Teresita Barrio, la Tere.
Fue el primer vino que elaboré y fue súper especial porque fue la primer cosecha que hicimos en Moor Barrio Wines. Ese primer vino trajo consigo un montón de otros momentos especiales que ha dejado en mi corazón una marca que dice Malbec. Elaborada como varietal o acompañada de otras variedades en un blend; con o sin madera, de consumo anual o de guarda, se adapta y expresa su nobleza en cada botella.
«Recomiendo el Pulso Malbec 2018 de Julia Halupczok, una enóloga tan noble como este varietal.»
La cuna del Malbec
Entramos a la Primera Zona, donde se encuentran los Malbecs centenarios, y en Maipú visitamos a Gonzalo Tamagnini, enólogo y socio de Desquiciado Wines.
El malbec tiene una particularidad y es que en el final de fermentación muestra unas notas amargas que luego se transforman en fruta fresca. Y a los argentinos nos gusta el café, el fernet, el vermouth, las infusiones de hierbas aromáticas… el malbec transporta muchísimo de esto en cada terruño. Por eso nos identificamos con él, porque tiene que ver con nuestra forma de ser. La expresión del malbec es la argentinidad. Es brillante y a la vez tiene esa cuota de amargor que podría traducirse en melancolía. Tal como somos los argentinos.
«Uno que disfruto mucho cada vez que lo bebo es el Bramare de Viña Cobos.»
Seguimos viaje hasta Agrelo y nos metimos en Monte Quieto para hablar con su enólogo Leo Quercetti.
Fue mi puerta de entrada a la vitivinicultura. Desde la etapa de fermentación te atrapa por la intensidad de fruta y la bebilidad que tiene. Como la camiseta de la Selección cuando estás afuera, lo llevamos como bandera para mostrar lo que somos y lo que podemos llegar a ser.
«Me gusta mucho el Virgen de Domaine Bousquet. Tiene belleza, simpleza y buen precio. El combo justo para volver a enamorar al consumidor.»
No podíamos dejar Agrelo sin visitar la Pirámide de Catena Zapata, donde nos estaba esperando Nesti Bajda, uno de los responsables de los malbecs argentinos más aplaudidos por la crítica mundial.
Representa todo lo que soy en esto que hago. Es mi identidad. Desde que empecé allá por 2002 a «patear cascotes» en las fincas se transformó en el medio para materializar todo lo que voy aprendiendo. Y seguramente lo ha hecho con muchos otros antes. Verlo reaccionar muy distinto en diferentes suelos, altitudes y cómo cambia cada año, me ha hecho crecer muchísimo y entender que es una variedad que casi no tiene límites. A nosotros nos encontró el Malbec, no al revés.
«Uno para recomendar es El Gran Malbec de Ricardo Santos. Y otro que me gusta mucho siempre es el Terrazas SV de Las Compuertas.»
Tierra prometida
Nos metimos en el Valle de Uco y enfilamos para Gualtallary para encontrarnos con Julia Halupczok, enóloga de Finca Sophenia y Pulso Wine.
Es nuestra bandera. Es el hijo que quiere hacer sentir orgulloso a su padre y saca lo mejor de él donde quiera que esté. Es sensible porque no se muestra igual en todos lados, lo afecta el exterior pero se adapta a ese cambio, y se une a ese exterior expresándolo sin perder su esencia.
«Uno que me voló la cabeza es el Vinyes Ocults Gran Malbec 2015. Estábamos en una juntada hablando y riéndonos y cuando me lo sirvieron de repente dije GUAU! Que estoy tomando? Tiene una elegancia y una complejidad hermosas.»
Ganamos altura y nos metimos en Finca Ambrosía, productora de uvas para hablar con su responsable enológico Matías Macías.
Malbec siempre fue generador de grandes satisfacciones. Me ha dado familia, amigos, trabajo y desafíos. Lo conocí en los 90 cuando transitaba el colegio secundario con orientación a la enología y ya con el tiempo a través de la profesión fui encontrándomelo siempre con grandes desafíos en todas las vendimias donde siempre es el protagonista.
«Recomiendo el Matervini Piedras Viejas de Santiago Achaval.«
Los Michelini Bros son marca registrada de Gualtallary. En La Cautiva está Gerardo Michelini, quien junto a su familia producen vinos de terroir para su marca Michelini i Mufatto.
Representa nuestra identidad, que es el valor más grande que tiene un vino a la hora de tomarlo. Un vino puede ser caro o barato, con madurez o ligereza, pero siempre que se reconozca el Malbec hablará de identidad argentina. Además esta cepa es de gran maleabilidad según donde viva, y eso la hace mágica!!!
«¿Puedo elegir dos? El Piedra Infinita Supercal de Seba Zuccardi y el A Lisa de Hans Vinding Diers.»
Saliendo de Gualtallary llegamos a Tunuyan para encontrarnos con Tomás Stahringer, propietario y enólogo de Vinyes Ocults.
Es la parte irracional de mi pasión por la enología. Fue la primer variedad de uva que conocí, cuando planté las primeras estacas en mi viñedo de Tunuyan. Y ese viñedito sirvió para unir a la familia, ya que me asesoraba mi tío y padrino que hacía muchísimos años que no veía y mi hermano menor, que estaba alejado de la familia y gracias a ese proyecto volvimos a estar cerca. Todos esos recuerdos alrededor del malbec me marcaron mucho, por eso para mí es mucho más que un varietal.
«Recomiendo el Trivento Gaudeo de Altamira que hace Geri Di Cesare. Tiene muy buena relación de precio y calidad y es muy representativo de ese lugar.»
En Vista Flores nos cruzamos con el Japo Vegetti, artífice de los LUI Wines.
Es el varietal más sorprendente. Entrega desde vinos jóvenes, frescos y súper bebibles hasta otros de mucha estructura, potencia y color. Es la variedad que me lleva a enamorarme cada día más de esta industria y que me permite vivir de algo que me apasiona, la Naturaleza. Es la musa inspiradora de la vitivinicultura argentina.
«Uno que siempre me gusta recomendar es el Pulso, de Julia Halupczok. Realmente un vinazo.»
Uno de los lugares más representativos del malbec es Paraje Altamira. En ese increíble lugar hablamos con Enrique Sack, propietario de Finca Beth.
El consumidor extranjero asocia Argentina con malbec y por supuesto en nuestro país el consumo también tiene como base al malbec. Cuando planté la finca y cuando hice el primer vino de mi finca elegí que sea un malbec, porque ¿cómo no iba a tener un malbec de mi primer cosecha?
«Disfruto mucho del DV Catena Vineyard Designated Nicasia Vineyard. Es de Altamira y sale de una finca vecina a la mía.»
Mirando al Sur
Hacia el sur se encuentra San Rafael, el último valle productivo de la provincia de Mendoza. Hasta allí nos fuimos para hablar con Alejandro Leirado Heinlein, de Funkenhausen Vineyards.
Representa la oportunidad de posicionarnos en la élite del mundo del vino, la versatilidad de adaptarse a cada lugar sin perder su atractivo y el desafío de demostrarle al mundo que somos un país de grandes vinos más allá del malbec.
«Elijo el Gran Malbec De Ángeles porque me gusta mucho el perfil de los vinos de Lujan de Cuyo, una zona que a partir del crecimiento del Valle de Uco hemos olvidado un poco y cuyos vinos tienen una elegancia y una expresión increíble.»
En San Rafael también hablamos con Adrián Domingo, productor de uva y propietario de Juste & Sasot. Adrián es un consumidor como cualquiera de nosotros que pudo cumplir el sueño del viñedo (y el vino) propio.
Es la cepa con la que aprendí los que significa un varietal, la más plástica, la que nos sirve como parámetro para comparar zonas, estilos, etc. En cuanto a los Malbec sanrafaelinos, la búsqueda de mayor elegancia y frescura por parte de los consumidores está generando cambios en las elaboraciones y puntos de cosecha por parte de algunos productores. Ojalá se conviertan en la regla.
«Uno que me voló la cabeza es el Superuco Calcáreo Río de Los Chacayes, de Matías Michelini. Es un must para mí.»
Finalmente, llegamos a Neuquén. En el oasis de San Patricio del Chañar, a más de 2.000 kms de nuestro punto de partida, nos encontramos con Nico Navío, enólogo responsable de Bodega Patritti.
El Malbec es mi vida, familia, amigos, amor, diversión. Haber tenido una infancia corriendo entre los viñedos hace que uno se enamore de la Vitivinicultura y un dato no menor, es que yo nací un 17 de abril, el día del Malbec. Mis viejos tenían todo pensado. Brindo por la vitivinicultura Argentina y principalmente por el Malbec en su día!
«Me gusta mucho el Desierto Pampa, elaborado el «Flaco» Cavagnaro en 25 de Mayo, La Pampa.»
Y así llegamos al final del viaje. El camino nos regaló historias entrañables de las personas que con su trabajo inundan de alegría nuestras copas. Todos juntos, más allá de las distancias y de la diferencia de estilos, celebrando nuestra cepa nacional. La que nos une. Feliz día, querido Malbec. SALÚ!
Si querés leer más sobre el Malbec, no te pierdas la primera nota de elaboración colaborativa de los Argentina Wine Bloggers: «Los 17 Malbec recomendados por AWB»