Aprovechando que el COVID-19 nos mantiene a todos en casa, tuve la oportunidad de conversar con Luis Gutierrez por Instagram Live.
Dicen que los gustos hay que dárselos en vida, y en tiempos de virus mortales que aún no tienen cura ni vacuna, este dicho cobra aún más fuerza. Una noche, viendo la gran cantidad de vivos que pululaban por Instagram, me puse a pensar con quién me gustaría charlar y su nombre fue el primero que me vino a la cabeza.
Claro que Luis Gutiérrez es uno de los críticos de vinos más reconocidos y respetados del mundo, responsable de catar y puntuar los vinos de Argentina, Chile, España y Jura para Robert Parker y todo eso pero… ¿por qué no intentarlo? Habíamos cruzado un par de palabras en la Premium Tasting, así que aprovechando que nos seguíamos mutuamente, le escribí invitándolo a una entrevista vía Instagram Live. Para mi asombro, no sólo me respondió, sino que aceptaba mi invitación.
Su trabajo hoy
A pesar de la cuarentena seguís catando vinos y publicando los reportes de las diferentes regiones de España y para poder hacerlo te envían los vinos a tu casa. Acostumbrado a catar los vinos en el lugar de origen, ¿cómo es esto de hacerlo a la distancia?
Intento hacer videoconferencias con los productores, catamos los mismos vinos y aunque quisiera que fuera la misma botella que estuviéramos compartiendo, por el momento es imposible. Ahora mismo estoy haciendo Galicia y la cabeza la tengo allí, como si estuviera en el lugar. No es lo mismo obviamente, pero lo bueno es que estamos todo el tiempo súper comunicados.
¿Tenés previsto viajar a Argentina cuando esto pase o cómo pensás probar los vinos para el reporte de este año?
Es difícil adivinar lo que vamos a hacer y lo que no porque esto es muy incierto y cambia de un día para otro. En principio me tocaría volver a Argentina en diciembre o enero. Si puedo, por supuesto que iré. Porque como terminas tomándole el pulso a los sitios es estando allí. De lejos puedes tener una visión, pero estando en el sitio entiendes mucho más y lo ves todo de otra forma.
Hay un mito en el mundo del vino que dice que los críticos no compran vino, pero los que te conocen cuentan que vos sí comprás y mucho. ¿Por qué te parece importante que los críticos compren vino?
Es cierto que la mayoría de los críticos que escriben de vinos no suelen comprar vinos. Este negocio se gana poco dinero y como generalmente catas muchos vinos, lo que catan se lo terminan bebiendo y eso para muchos ya les es suficiente.
Comprar vino tiene dos ventajas muy importantes: La primera es la independencia que te da pagar una botella. Si no te gusta, te duele el bolsillo y ahí es donde entiendes la relación de calidad y precio independientemente de que hayas pagado poco o mucho. La segunda, es la de ampliar tu visión. Si sólo pruebas los vinos que alguien te muestra, estás teniendo una visión muy limitada.
Pero además de comprar vinos, también es muy importante visitar las regiones que no son exactamente las que visitas por trabajo. Eso te ayuda a mantener contexto y a saber dónde están los vinos de tu zona en el mapa del vino mundial. Y de las zonas que no puedes visitar, al menos tienes que beber sus vinos. Porque si no, te quedas con los estereotipos como por ejemplo que Estados Unidos es todo Napa, Cabernet, sobre maduro y no es así.
Gualtallary sí, pero…
Todos los años, Luis Gutiérrez visita Argentina y prueba alrededor de 1200 vinos que luego reseña en la influyente publicación Wine Advocate. Sus puntajes contribuyen al posicionamiento del vino argentino en el mundo, ya que son tenidos en cuenta por los restaurantes, sommelliers y consumidores en general a la hora de definir sus compras. En 2018, dos vinos de Gualtallary alcanzaron los tan ansiados 100 Puntos Parker. Uno más de Paraje Altamira lo logró en 2019. Los tres son vinos que hablan de su lugar de origen.
En el reporte de 2018 hablás de que Argentina está viviendo un “regreso al futuro”, redescubriendo viejas tradiciones y reinterpretando el pasado. Y al año siguiente ponés énfasis en que pareciera que el lugar es la panacea, pero que hay que tener cuidado con eso. ¿Podrías explicarnos brevemente el camino que venimos transitando con nuestros vinos?
En Argentina, el cambio más importante fue haber pasado de hablar casi exclusivamente de los varietales a comenzar a hablar de los lugares. Esto es muy bueno porque es el camino para vinos que hablen del lugar. Si te identificas con un varietal pierdes identidad. El varietal se puede trasladar, aunque no sea exactamente lo mismo. Los lugares no se pueden copiar ni trasladar. Esa es la verdadera identidad.
¿Pero entonces el camino a seguir es el de la identidad del lugar?
Si, pero. Porque tampoco podemos buscar la simplificación absoluta del lugar diciendo que todo lo que viene de ese lugar es de clase mundial, porque no es así. Tendemos naturalmente a simplificar las cosas y buscar una fórmula. Hoy pareciera ser que esa fórmula es usar vendimia entera, cemento y Gualtallary. Y no necesariamente eso nos va a dar buenos vinos. Esa es la alarma.
Debo reconocer que de alguna manera es mi culpa que la gente piense que todo lo de Gualtallary es magnífico porque he hablado muy bien de unos cuantos vinos de ese lugar. Por eso quiero frenar un poco y decir: Gualtallary sí… pero.
Hay mucha diversidad y eso es lo entretenido: no es todo igual, no hay una fórmula ni un secreto, puedes hacer un gran vino llegando por caminos diferentes. No hay una fórmula que sea la panacea. Cuando intentan hacer todos lo mismo es cuando se vuelve aburrido porque nadie quiere beber todos los días el mismo vino.
¿Ahí es donde entra en juego el hombre para entender lo que el viñedo tiene para contar?
Claro, porque, así como en un sitio no todo es igual, no es lo mismo que le des las uvas del mejor sitio que puedas imaginarte a quien sepa darle un buen uso a que me las des a mí, que no sé hacer vinos y seguramente termine comiéndomelas. Por eso digo que la persona es el último eslabón para traducir la expresión del lugar y llevarla a la botella.
El sitio es el que define el potencial, pero la persona es indispensable para hacer explotar ese potencial.
Futuro: Diversidad, equilibrio y una nueva mentalidad
¿Hay vida más allá de Gualtallary? ¿Hacia dónde van nuestros vinos? ¿Quiénes se destacarán en los próximos años? Todo esto le pregunté a Luis Gutierrez en el tramo final de la entrevista.
¿Qué otros lugares de Argentina tienen potencial como para convertirse en el próximo Gualtallary?
En Argentina aún hay mucho por descubrir. Ahora mismo algunos comenzaron a producir en La Carrera, en Uspallata y otros tantos lugares. Queda mucho por explorar y entender. Hay un potencial tremendo para hacer mucha diversidad.
Justamente hablando de regiones importantes pensaba en los vinos de los Valles Calchaquíes. ¿Qué te parece que les falta para tener mayor presencia entre los vinos más puntuados?
Pienso que hay mucho potencial, pero lo que falta es un mayor volumen de productores buscando la expresión del lugar. Estás a una latitud y a una altura diferente y no puedes intentar hacer un vino de Borgoña o de Gualtallary. Esa identidad de lugar todavía se está buscando.
Creo que esa identidad está más cercana a los vinos del mediterráneo español que a los de Rioja, por ejemplo. Son vinos más salvajes en los que hay que dominar la potencia del lugar y que no tiene que ver con que los vinos potentes no sean potentes. Más bien lo que hace falta es equilibrio. El equilibrio es la palabra clave.
En tu libro “Los Nuevos Viñadores” contás acerca de la nueva generación de viticultores que están cambiando la historia del vino en España. Si escribieras ese libro en Argentina, ¿Quiénes serían los protagonistas de esa historia?
Dar una lista de nombres sería simplificarlo. Se trata más bien de una mentalidad, de una forma de pensar y entender el vino. Hay gente como por ejemplo los Productores Amigos que tienen muy claro esa mentalidad, y que si bien recién están empezando con sus proyectos tengo la certeza de que varios de ellos van a ser muy importantes.
Que se haya formado ese grupo de Productores Amigos es un paso importantísimo. Que sea un grupo heterogéneo, de distintas zonas, ideas, edades y ya el sólo hecho de que se prueben los vinos unos a otros y se den feedback es buenísimo.
El vino no es sólo compartir la botella que te vas a tomar. Es compartir lo que sabes, tus experiencias y errores. Es ayudarse y la necesidad de ir juntos.
Otro que viene empujando en ese sentido es Manu Michelini…
Es que Manu Michelini ha empezado de muy joven porque en su casa ha vivido el vino desde que ha nacido y esa es una ventaja tremenda. Pero, además, tiene una inquietud enorme. Ya ha hecho vendimias en Borgoña, en el Jura, en España, tiene un proyecto con sus padres en el Bierzo, etc. Esa es la forma de entender cómo lo que tú estás haciendo cuadra en el contexto mundial. No es normal que un chaval a sus 18 años tenga un vino en la calle con su marca. Cuando empiezas tan joven es una ventaja tremenda.
Si Argentina tuviera que elegir una cepa para posicionarse en el segmento de los vinos blancos, ¿A cuál debería apuntar?
Potencial y futuro hay muchísimo, pero ¿por qué simplificar todo a una uva? Cuando llegué a Argentina, lo que más me gustó fue semillón y no entendía por qué no había más gente haciendo semillón. Pero eso no quiere decir que sea la única. Yo no querría beber todos los días una botella del mismo varietal y no creo que haya que apostar todo a una única uva.
El mercado de los varietales es un mercado de precio. En un restaurante de Estados Unidos te piden un bife y un Malbec. No piden un vino de Argentina, piden un Malbec. Si en un futuro en la India, por ejemplo, comienzan a producir Malbec a muy bajo costo, te sacan del mercado. Por eso apostar a un varietal es peligrosísimo.
Por último, ¿qué representa para vos compartir el vino con tu familia, tus amigos, tus afectos?
Para mí el vino es compartir y es gastronomía. Yo asocio el vino al comer y a compartir con amigos y familia. Y cuando estamos hablando de vinos más especiales, elijo compartirlos con gente que entiende de lo que estás hablando y los aprecie. Esos vinos siempre se disfrutan mucho más entre amigos que si te bebieras toda la botella tu solo en tu casa. Todas las botellas de mi cava son para beber, sólo hay que elegir el momento y con quién compartirlo.
El tiempo de Instagram Live es tirano y muchas preguntas quedaron para otra ocasión. Al momento de la despedida, él se llevó una invitación para compartir un asado en Buenos Aires y yo la satisfacción de haber charlado una hora «de tú a tú» con Luis Gutierrez, el de los Puntos Parker. ¡SALÚ!
Créditos de las fotos: Estanis Nuñez. Publicadas en esta nota por gentileza de Luis Gutiérrez.
Estoy conociendo recien ahora tu blog, y me pareció genial. Lo vi de casualidad porqué lo compartiste en el face. Me encantaron las notas que leí. Excelentes!
Muchas gracias! En qué grupo de Facebook lo viste?