Bodegas de Argentina entregó a Antigal Winery la certificación luego de concretado el protocolo por parte de la empresa certificadora Letis.
Una de las características que distingue a Antigal Winery es la incorporación a sus procesos de producción de todos aquellos adelantos, cuidados y técnicas que, para este caso, el mundo vitivinícola propone.
Es indiscutible que hoy los principales elaboradores de vinos de todo el mundo tienden a demostrar, mediante certificación de empresas dedicadas a esta tarea, la sustentabilidad de sus productos. Desde hace unos días, Antigal Winery, a la vanguardia de esta tendencia mundial, cuenta con su certificación como bodega sustentable otorgada por Bodegas de Argentina.
Si bien en Argentina hablar del tema supone no contar con antecedentes muy cercanos, ya se trabaja y estudia para hacer de este tópico un punto de referencia para los vitivinicultores que necesiten llevar adelante la práctica de este nuevo concepto industrial en el ámbito de la producción de vinos.
¿Qué es la sustentabilidad?
Simplemente, el mejor uso de los elementos naturales que intervienen, en este caso, en la elaboración del vino. Sustentabilidad significa usar convenientemente todos estos elementos para asegurar la calidad final del producto y la utilización correcta de aquellos para que las generaciones futuras los puedan disponer. Agua, suelos, gestión de residuos, manejo de riego, abonos, manejo del viñedo, etc., son sólo algunos de los puntos a estudiar por la sustentabilidad y quien la certifica.
En nuestro país esta toma de conciencia que se da en la vitivinicultura comienza aproximadamente a principios de 2010 con un estudio que encaran Bodegas de Argentina, INTA -Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria-, INV -Instituto Nacional de Vitivinicultura- y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, para la redacción de un protocolo de autoevaluación de sustentabilidad que se fue perfeccionando a medida que se avanzaba en el estudio y práctica del tema.
Este protocolo tiene virtudes para destacar: es de alcance nacional, no está limitado sólo a los socios de Bodegas de Argentina y tiene un enfoque integral que cubre todos los aspectos referidos a la sustentabilidad ambiental, social y económica de la vitivinicultura.
El paso a paso para lograr la certificación
Antigal Winery hace varios años que trabaja en el tema. Una vez realizadas las tareas que se creyeron necesarias se trabajó con una certificadora (Letis, empresa dedicada a este tema) y una auditoría para saber qué se había hecho bien y qué faltaba. En base a los consejos de esta empresa se hicieron las modificaciones necesarias y se intensificaron las tareas en las que se había acertado.
Hoy se han mejorado los catorce capítulos del protocolo concretado hace más de diez años y de acá a tres años, que vuelve la certificadora a realizar una nueva auditoría, la bodega deberá demostrar los avances conseguidos y cómo se posiciona hoy en mejoras de sustentabilidad.
Lo interesante de esta práctica de auditorías es la permanente incentivación al trabajo, al avance, a conseguir cada día nuevas metas. En esto está abocada Antigal Winery; para asegurarle a sus clientes que la sustentabilidad de sus productos es un avance que no se detiene y que marcha a la cabeza de la industria en la innovación y en la adecuación de sus sistemas de labores para que sus vinos estén a la altura de lo que las mejores bodegas ponen a disposición de sus clientes y de lo que los mercados más exigentes requieren día a día.
Estamos orgullosos y agradecidos por la certificación recibida. Venimos trabajando año a año para mejorar las prácticas y formas de trabajo con el objetivo de proteger nuestro entorno y a la comunidad a la que pertenecemos. El cuidado del medioambiente es fundamental en todo proceso de realización de nuestros vinos. Tenemos un largo camino por delante para seguir mejorando y el equipo está comprometido con esta visión a largo plazo.
Alessandra Cartoni, CEO de Antigal Winery.
Sobre Antigal Winery
Antigal es una de las bodegas más antiguas de Argentina. Fue fundada en 1897 en la primera zona vitivinícola de Mendoza, a los pies de la Cordillera de Los Andes. Sus principales viñedos están ubicados en el Valle de Uco, una zona de gran altitud con una elevación de hasta 3900 pies.
Con una amplitud térmica marcada y una fuerte exposición al sol, las uvas alcanzan un equilibrado sabor, lo que conduce a vinos más vivos e intensos. El clima desértico y los suelos pobres que se encuentran en Mendoza hacen que la vid trabaje más y produzca sabores más complejos, resaltando la mejor expresión de la fruta.
La búsqueda de la excelencia es el motor que impulsa el éxito de la bodega. En todos los niveles, Antigal crea vinos de gran calidad y equilibrados, que expresan la esencia del terruño mendocino. Esta visión ha permitido que la bodega sea reconocida mundialmente por la calidad de sus vinos y su característico packaging, que incluye una botella pintada y un emblemático número 1 de metal.