
Cuenta la historia que un buen día un grupo de amigos (Germán Cohen, Santiago Garriga, Javier Azserman y Juanfa Suarez) decidieron juntarse y hacer el vino que a ellos les gustaba. Así nació Traslapiedra, un proyecto de vinos de amigos para amigos. Por esta razón sus vinos son ideales para llevarlos a una juntada, un asado o para acompañar la picada previa al partido del domingo.
Este Traslapiedra es un blend 70% malbec, 20% cabernet sauvignon y 10% merlot elaborado por ellos mismos tiene una crianza de 12 meses en pileta de hormigón. Esto ya nos da la pauta de que será un vino fresco con la fruta ocupando el lugar más importante. La uva es de Paraje Altamira y eso también ya nos dice mucho: su perfil seguramente será más bien directo (va por el centro de la boca sin «entretenerse» dando vueltas por ahí) y mineral (cierto gusto salino y con un final seco en la lengua).
Lo descorchamos y, efectivamente, nos encontramos con un vino jugoso con gran predominancia de la fruta. Vuela en la copa, es terriblemente peligroso por su alta chupabilidad. En nariz es sutil con presencia de una fruta fresca que vuelve en el final de boca (ese saborcito que te queda al terminarlo). su fuerte está precisamente en la boca, donde fluye directo, lineal, tiene una muy buena acidez (eso que se siente al fondo de las mejillas y te hace salivar), es salino y con una marcada textura (¿alguna vez lamiste una tiza? Bueno, algo así) que es una marca registrada de los vinos de Paraje Altamira.
Consejo: Si lo vas a compartir con más de un amigo tengan a mano varias botellas porque realmente VUELA. O vayan directamente al Malbec que viene en una mamadera de 1125 ml 😉