Vinos de autor NOA

Vinos de autor con el sello del NOA

La maravillosa aventura de elaborar vinos de autor en los Valles Calchaquíes.


Los Valles Calchaquíes son sinónimo de grandes vinos. Durante décadas, grandes bodegas como El Esteco, Colomé, El Porvenir, Tacuil, Etchart, Yacochuya y Domingo Molina entre otras supieron marcar una identidad que distingue a estos vinos. Es el ADN del NOA, ese que emana de las vertientes de la montaña para regar las sedientas vides del desierto.

Pero en el último tiempo surgió un grupo de enólogos y técnicos que con mucho esfuerzo, escasos recursos y mucha creatividad, vienen elaborando vinos de autor con el sello del NOA.

La mayoría de estos soñadores no tienen bodega ni viñedos propios, compran la uva a terceros y la elaboran alquilando espacio en alguna de las bodegas del Valle o en el garage de su casa. La solidaridad entre ellos es moneda corriente para compartir los insumos, las herramientas y las adversidades. Y a la hora de festejar, también los vas a encontrar reunidos alrededor de un fogón, compartiendo sus vinos con la infaltable guitarra y el bombo. Las vicisitudes son muchas, es cierto. Pero la pasión y el amor por el vino todo lo puede.

Vinos de autor

Los «Mugrones»

Si bien siempre existieron las pequeñas bodegas de poca producción o de vinos artesanales, podría decirse que este fenómeno de los vinos de autor en los Valles Calchaquíes toma impulso cuando cinco amigos (Claudio Maza, Rafa Domingo, Paco Puga, Mariano Quiroga Adamo y Alejandro Nesman) deciden rubricar esa amistad en forma de vino. Así nace Mugrón, un proyecto que ya nació en 2014 y que hoy, ya sin Alejandro en el equipo, cuenta con dos etiquetas: el Mugrón Blend que desde sus orígenes se elabora con una selección de cepas de diferentes zonas del Valle, y el Mugrón Black, un Malbec de alta gama intenso y elegante.

Si hablamos de Mariano Quiroga Adamo tenemos que hablar de Tannat. Este talentoso enólogo encontró la mejor expresión de esta cepa en el NOA y hoy se ve reflejada en su MQA Tannat, un vino musculoso, intenso, algo dulzón y bien apoyado en la barrica que resalta sus notas mentoladas. Una cepa naturalmente salvaje muy bien «domada» por Mariano.

Uno de los productores de vinos de autor del NOA más emblemáticos es Paco Puga. Este importante enólogo sanjuanino que se radicó hace ya varios años en Cafayate presentó hace dos años su primer vino de autor: el L’Amitié Grand Vin. Un blend de 80% Malbec (de dos zonas), 10% Merlot y 10% Cabernet Franc especiado y de buena textura fue elaborado con uvas de diferentes viñedos de Tafí del Valle y Cafayate especialmente seleccionados por Paco.

En 2019, Paco redobló la apuesta con el L’Amitié Robusto, un corte de las mismas cepas que el anterior pero con una crianza de 22 meses de barrica, lo que le aporta mayor volumen de boca y estructura. Y por si fuera poco, también lanzó el Paco Puga Contemporáneo, su tercer blend de viñedos del Valle pero en este caso conformado por 45% Cabernet Franc, 35% Malbec y 20% Merlot. Complejo y multicapas en nariz, elegante y redondo en boca, este homenaje de Paco a su abuelo paterno homónimo es uno de los vinos más interesantes y ambiciosos que surgieron en el último año.

Buscadores de terroir

Una característica de estos productores de vinos de autor es su incansable búsqueda de viñedos antiguos y nuevos lugares para desarrollar. Porque si algo tiene el Noroeste Argentino es su infinidad de pequeños vallecitos perdidos entre los cerros y las quebradas, algunos de no más de una hectárea, atravesados por un pequeño arroyito surgido de alguna vertiente natural.

Un soñador que arrancó su epopeya en soledad y que hoy elabora uno de los vinos de autor con mayor reconocimiento de la crítica internacional es Matías Etchart. Este Quijote moderno construyó su casa en la perdida Quebrada de San Lucas, plantó dos hectáreas de viñedos y comenzó a elaborar su primer vino en un galponcito contiguo a su casa.

Tiempo después levantó una pequeña bodega a la que llamó Arca Yaco y de la que hoy salen el Amar y Vivir y el Imagínate la Dulce Sensación que da el Vino (Imagínate, para los amigos). El primero de ellos en sus dos versiones: un Blend 85% Malbec y 15% Cabernet Sauvignon y un 100% Cabernet Sauvignon que es la máxima expresión de lo que esta cepa puede dar en los Valles. El Imagínate es un 100% Malbec sin paso por barrica.

Un gran enólogo que elabora su vino personal con uvas de diferentes viñedos de la zona es Alejandro Pepa. Este proyecto nació hace varios años cuando el hijo de Ale Pepa era adolescente y encontraron esta hermosa excusa para compartir entre padre e hijo. El A. Pepa es, sin dudas, uno de los grandes blends de Cabernet Sauvignon y Malbec de los Valles Calchaquíes que explota en nariz con sus notas de morrones y aceitunas para pasar a la boca con toda su intensidad salteña. Es un vino que Pepa no elabora todos los años, sino sólo cuando él ve que expresa lo que él busca. Si lo encontrás por ahí, ni lo dudes.

Pero si hablamos de buscadores de terroir, no podemos dejar de mencionar a Raúl Dávalos (hijo). Yeyé, tal como se lo conoce en el Valle, es tal vez quien mejor conoce los innumerables vallecitos de extrema altura. Su proyecto Valle Arriba, un emprendimiento en sociedad con la ingeniera agrónoma Paula Marra, cuenta con tres etiquetas: El Seclanteño (Tannat de Seclantás), El Cateño, (Malbec de Luracatao) y El Pucareño (Malbec de Angastaco).

Los tres son el resultado del exhaustivo trabajo que desde hace más de diez años viene realizando Yeyé para desarrollar la identidad de estos micro valles de altura con alto potencial enológico. Dentro del mismo proyecto Yeyé elabora el Mayuco, un blend de Malbec de diferentes viñedos de Seclantás, Molinos, Luracatao y Angastaco.

Párrafo aparte para Agustin Lanús. Este joven ingeniero agrónomo y sommelier porteño que recorrió el mundo estudiando y realizando vendimias se enamoró de estos paisajes y desarrolló un amplio porfolio de vinos que elabora con uvas de los micro terruños más recónditos e inaccesibles trabajando con los productores locales (en ocasiones, comunidades indígenas) y ayudándolos a desarrollar sus viñedos.

Dentro de los vinos de autor de Agustín, Sunal se destaca por ser una línea de exploración. En ella encontramos el Ilógico en sus versiones Criolla y Malbec, el Salvaje Malbec de Pucará, que es mi preferido por su perfil goloso y la ausencia de madera en la elaboración, y el Ícono, un complejo corte de cuatro malbec provenientes de otros tantos viñedos de extrema altura.

Además, junto con su amigo y reconocido enólogo chileno Stefano Gandolini, Agustín elabora el Aguayo, un Malbec robusto y elegante del Valle de Hualfin, ubicado a a 2100 msnm en la provincia de Catamarca.

Por último, Agustín cuenta con otro proyecto asociado a su amigo David Galland llamado Bad Brothers, que cuenta con una línea de vinos y el Bad Brother Wine Experience, uno de los mejores restaurantes (sino el mejor) de Cafayate.

La nueva generación

El envión de Mugrón llegó hasta Máximo Lichtschein y Diego Goico, dos amigos que tentaron a Paco Puga para que se sume a su proyecto y crearon uno de las recientes apariciones más novedosas y prolíficas del NOA: Tordos. Arrancaron en 2016 con un Malbec y hoy ya tienen tres varietales (Malbec, Cabernet Sauvignon y una micro vinificación de Cabernet Franc), un Blend, dos cortes de blancas y un espumante. También comparten en un proyecto aparte el novísimo Ladran Sancho, un espumante dulce natural de torrontés que combina perfecto con el verano.

Además de todo esto, Máximo elabora junto con dos amigos el Anxius, un blend de Malbec, Cabernet Sauvignon y Tannat potente, frutado y con el aporte de la madera marcando presencia que seguramente evolucionará muy bien en botella (si, no seas ansioso y esperalo un tiempo).

Alvaro Dávalos pertenece a la generación más joven de viticultores que vienen empujando fuerte el vino calchaquí. El menor de los hijos de Don Raúl Dávalos, uno de los próceres de la rica historia del vino calchaquí, reparte su tiempo en administrar junto a su hermano Yeyé la bodega familiar y recorrer los Valles con su camioneta explorando nuevos lugares para plantar.

Producto de esa búsqueda, nace su proyecto personal Vizcachero con dos etiquetas. El muy reconocido Cola de Zorro, un blend de Malbec de Angastaco, Seclantás y Molinos, y el más reciente Viejo Vizcacha, un malbec de Molinos con un toquecito de Cabernet Sauvignon elaborado en pileta de hormigón y guarda en barricas de varios usos durante un año.

En la nueva generación de viticultores se encuentran Daniel Guillén y Emile Chaumont, dos amigos que unieron sus sueños para elaborar el Piloto de Prueba: Un blend de Malbec, Cabernet Sauvignon y Tannat que sorprendió a todos en su primera añada y promete superarse en la recientemente lanzada 2019.

Adicionalmente, en 2019 Daniel Guillén lanzó su vino personal, El Viticultor. Si bien Daniel es ingeniero agrónomo, se identifica como viticultor porque siempre se dedicó a hacer uvas y la idea de este vino es, justamente, que naciera desde la viña. ¿Qué significa esto para él? Lograr la mayor profundidad técnica posible en el viñedo y que sea muy simple en lo que a la elaboración se refiere. Por eso fue muy meticuloso en la selección del terroir y los trabajos culturales que el viñedo requiere para luego elaborarlo con la menor intervención posible: levaduras nativas, acidez natural y un paso muy suave por barrica.

El resultado es un Malbec vallisto moderno, aromáticamente complejo y con un paso por boca profundo, largo y frutado. Por supuesto que aún está muy joven y tiene mucho por crecer, pero sin dudas brindará muchas satisfacciones a quienes tengan la paciencia de darle guarda en botella. Como a Daniel le gusta llamarlo, un verdadero vino de viticultura.

Ahí van estos soñadores con sus vinos de autor bajo el brazo. En el viaje, están la búsqueda, la exploración y mucha pasión para enfrentar el desafío de cumplir un sueño: embotellar un pedacito de los paisajes y la historia de los Valles Calchaquíes. Salú.

5 pensamientos en “Vinos de autor con el sello del NOA

  1. Nos atrapa el llegar a conocer en nuestro próximo viaje cercano a estas apartadas pero grosas latitudes, a Don Raul y Agustín dos buscadores de oro con mucho gusto a uva.

    Las que pueden crecer con mucho calor y ausencia hídrica para extraer lo mejor del sitio, donde comienza el piedemonte !!!

    De aquellas que solo se cultivan cuando la mirada no descuida la importancia de sus «fragmentos» con una exclusiva y valiosa endemoflora y vegetación indómita, adyacente a las pequeñas empero invalorables «matrices» vitícolas.

    Un verdadero potencial botánico junto a una serie de cadenas tróficas que construyeron la «comunidad xere cercano al climax», para ayudarnos a distinguir que «todos los vinos son iguales, pero hay otros que son mejores» !!!

    Donde inclusive la impronta de los (terroir microbiológicos) no pueden ocultarse durante la fermentación y menos cuando sus creadores nos a invitan a catar sus ignotas e inéditas creaciones !!!

    Programa Vinos y Viñedos Salvajes Al Sur del Mundo EL 4° AROMA DEL VINO de Co Autoría Inédita e Independiente

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